Me
invade la pena y el dolor, me ahoga tu ausencia porque a tu "por ahora" ya eterno… lo acompaña
desde aquellas 4:25 horas de la tarde del día 5 de marzo un silencio muy
ruidoso.
El
legado dejado por ti es indescriptible, sembraste la semilla de amor y
esperanza, también abonaste nuestro presente para un mejor futuro, nos animaste
a cantar nuestro Himno Nacional en voz alta y completo, a veces sentíamos pena
por olvidar algunas palabras, nos estimulaste a convencernos de que sintiéramos
orgullo de ser venezolanos, con valor te pusiste de pie y rescataste para tu
pueblo su principal recurso y sustento económico y le diste a nuestro petróleo
su justo valor, nos enseñaste a defender con firmeza nuestros criterios y tus
palabras esas que nos diste siempre las cumpliste.